Cómo la cabina del Unimog se sometió a una revisión general.

A principios de los setenta tuvo lugar un replanteamiento: hasta entonces, las cabinas de las series Unimog estaban subordinadas a la finalidad funcional del vehículo. Por supuesto, esto implicaba restricciones en el espacio y la comodidad. Así pues, antes de las nuevas series Unimog 424, 425 y 435 se replanteó completamente el diseño de la cabina.

El diseño, el espacio y la ergonomía marcan la nueva era.

Los diseñadores se centraron en una mejor visibilidad, más espacio, una buena ergonomía en lo relativo a la disposición de los elementos de mando y una accesibilidad optimizada de los componentes para fines de mantenimiento y reparación. La nueva cabina debía utilizarse para varias series y cubrir todas las finalidades de uso en diferentes versiones. Al principio no había una versión abierta con capota abatible, y mucho después solo estaba disponible en un número reducido, principalmente para vehículos militares.

La nueva generación de cabinas se ha modernizado varias veces a lo largo del tiempo, pero sus rasgos básicos siguen siendo los mismos. Aún hoy se utiliza en la serie 437.4 UHE de alta movilidad todoterreno, aunque con el tiempo se han ido modificando casi todas las piezas. Otra novedad en aquella época fue que pudieran viajar hasta tres personas. A ello le siguió la cabina doble, con espacio para hasta siete pasajeros. Además de la aceptación por parte de los clientes, la nueva cabina ganó en 1977 el premio alemán de diseño «Gute Form» (buena forma). Se desarrolló en estrecha colaboración entre el equipo de desarrollo de Gaggenau y el Centro de Diseño de la planta de Sindelfingen.