Con ruedas gigantes
rumbo a Madagascar.

La Fundación DEICHMANN financia una consulta médica móvil con dos Unimog U 5000.

Dos Unimog ayudan allí donde se necesitan: En Madagascar, un equipo médico móvil lleva ayuda médica a pueblos remotos gracias a la Fundación DEICHMANN, que ayuda con pasión y fuerza donde más se necesita. Una historia emocionante sobre la necesidad, la esperanza y el poder de la ayuda real.

Una lucha por la supervivencia.

Madagascar es el segundo estado insular por superficie y la cuarta isla más grande del mundo después de Groenlandia, Nueva Guinea y Borneo. Más de 29 millones de personas viven en la isla frente a la costa sudeste de África, en el Océano Índico. Aquí hay miles de especies animales que solo se encuentran en Madagascar, bosques tropicales, playas y arrecifes.

Sin embargo, a pesar de toda la belleza del país, también hay lados oscuros: la pobreza y, sobre todo, la escasa atención médica de la población del país, especialmente en los pueblos remotos de la sabana. La mayor parte de la población lucha a diario por la supervivencia, en el verdadero sentido de la palabra. El 67 % de la población no tiene acceso a instalaciones sanitarias, el 44 % carece de agua potable y hay un solo médico por cada 5000 pacientes. A la población le faltan bienes esenciales para vivir.

Ayuda para la autoayuda.

Motivo suficiente para que la Fundación DEICHMANN intervenga en Madagascar. El compromiso con el bien común, especialmente con los más pobres de los pobres, ha formado siempre parte de la filosofía de la familia Deichmann y determina el propósito de su fundación. El trabajo se caracteriza por una amplia gama de proyectos de ayuda social y humanitaria en el país y en el extranjero. 

En situaciones de emergencia, la Fundación DEICHMANN ayuda de forma rápida, sencilla y específica. A través de proyectos a largo plazo, ofrece ayuda para fomentar la autosuficiencia y permite a personas en situaciones difíciles integrarse plenamente en la sociedad.

Fiel a estos principios, la fundación respalda en todo el mundo a distintos socios, destinando cada año decenas de millones de euros.

Hasta 30 kilómetros recorren algunas personas al enterarse de que nuestro equipo con los Unimog ha instalado su campamento.

Jakob Adolf, director de proyectos, Fundación DEICHMANN

Unimog como portador de esperanza.

Cuando Jakob Adolf, que lleva años trabajando para la fundación, solicitó dos Unimog todoterreno a Mercedes-Benz Special Trucks, no pasaron ni dos semanas antes de encontrar una solución para un proyecto solidario sin precedentes: dos Unimog U 5000 procedentes de su propia flota pudieron ser entregados a la Fundación DEICHMANN. Y a partir de ahí, todo fue rodado.

Jakob Adolf, antiguo piloto profesional que lleva muchos años viviendo en Madagascar y, por lo tanto, ha podido conocer a fondo el país y a la gente, pudo empezar con su equipo: para ambos Unimog se adquirieron cajas de aluminio FM2 de Dornier (el antiguo estándar de la OTAN), que se montaron sobre el chasis. 

De este modo, se pudo crear mucho espacio guardaobjetos en dos vehículos de tracción integral ágiles y relativamente ligeros para guardar una consulta médica móvil con todo lo necesario, para una misión única en Madagascar.

Confrontado con enfermedades olvidadas.

La consulta médica móvil, que recorre regularmente el interior del país y, por lo tanto, terrenos muy exigentes, está compuesta por once médicos, dos conductores, un especialista en TI, un especialista en logística y un cocinero. Además de los dos Unimog, el convoy también está formado por vehículos todoterreno totalmente ocupados.

Dondequiera que aparece este equipo en el país, es recibido con los brazos abiertos. «Nos enfrentamos a enfermedades que ya no son relevantes para nosotros. La peste y el cólera son solo algunos ejemplos», explica Jakob Adolf. «Las personas suelen morir por enfermedades que consideramos ridículas, simplemente porque no reciben atención médica».

Una vez sobre el terreno, todo va como un reloj: poner en marcha el generador diésel de 16 kVA, descargar la carpa de atención médica, inflarla, amueblarla e instalar el aire acondicionado. «Sobre todo, necesitamos mucho aire fresco debido a las bacterias. La tienda debe estar bien ventilada en todo momento. En las carrocerías de caja cerrada de los dos Unimog, el tratamiento no sería posible», explica el jefe de proyecto Jakob Adolf.

Hacia la autosuficiencia.

La ayuda médica móvil que promueve la Fundación DEICHMANN se implementa en el país con dos organizaciones asociadas. Porque incluso para la asistencia médica móvil se necesita una licencia oficial «Hasta 30 kilómetros recorren algunas personas al enterarse de que nuestro equipo con los Unimog ha instalado su campamento», asegura Jakob Adolf. Incluso tratamientos dentales y pequeñas intervenciones quirúrgicas están al alcance del equipo médico.

Jakob Adolf y su equipo miran hacia el futuro: «Nuestro objetivo es colaborar aún más estrechamente con las comunidades locales, que nos cedan un terreno para poder instalar al menos una consulta médica con unas mínimas condiciones. Queremos formar a los miembros de la comunidad más comprometidos hasta el punto de que puedan diagnosticar dolencias leves y tratarlas con la administración de medicamentos. Así se pueden salvar vidas de verdad y, al mismo tiempo, nos permite enviar los equipos con Unimog a otras regiones».

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