Tres Daimler Trucks de expedición por el Sáhara tunecino.
El desierto es un lugar de extremos. Aquí, las personas y la tecnología luchan mano a mano contra las duras condiciones. Para Marie Trappen, bombera y entusiasta de la conducción todoterreno, el Sáhara se convirtió en una pista de pruebas para el coraje, el espíritu de equipo y el robusto Unimog U 4023.
Del parque de bomberos a las dunas.
Marie Trappen es una auténtica profesional en todo lo relacionado con los vehículos grandes y los terrenos difíciles: como maquinista en el cuerpo de bomberos voluntarios de Kirchhain, vive su pasión por la tecnología y ha acumulado una amplia experiencia todoterreno en expediciones para su antiguo empleador 4Wheel24, que construye vehículos de expedición a partir de vehículos de bomberos antiguos.
Su espíritu aventurero la llevó de nuevo a Túnez en 2024, esta vez bajo su propia dirección. Junto con cinco amigos y tres vehículos todoterreno: el Unimog U 4023, un Mercedes-Benz NG 2028 y un Mercedes-Benz NG 1222.
Bien equipados de Marburgo a Túnez.
Su acompañante Carsten había equipado el Unimog U 4023 con depósitos adicionales, de modo que el camión podía transportar 250 l de diésel y 250 l de agua adicionales, lo que permitía viajes autónomos por el desierto. «Fue impresionante ver lo que puede hacer este vehículo», cuenta Marie Trappen.
Desde Marburgo, la ruta pasaba por Génova y de allí en transbordador hasta Túnez. Después de tres días de viaje, la aventura comenzó en Túnez con viajes a través de olivares, desiertos de piedra y, por último, al desierto de arena.
Comprobaciones sobre la arena.
El Sáhara recompensó a los viajeros con una inmensidad maravillosa y un silencio impresionante, mientras sometía a las personas y a las máquinas a una dura prueba: navegar por dunas elevadas, pasos estrechos y arena blanda fue todo un reto para el equipo. «En un día no se avanza mucho porque hay que buscar constantemente nuevos caminos, y nos quedamos atascados una y otra vez», cuenta Marie Trappen.
Un punto culminante del viaje fue la travesía de cuatro días por el Sáhara hasta la meseta de Tembain. Las escarpadas dunas de hasta 50 m de altura requerían la máxima concentración y trabajo en equipo. El sistema de regulación de la presión de los neumáticos del Unimog, que permite adaptarse con precisión a las condiciones del terreno, fue muy útil una y otra vez.
Servicio posventa en lugar de paradas.
En la mañana del tercer día en el Sáhara hubo que superar el primer reto: en el Unimog no se podía acoplar ninguna marcha y el motor hacía ruidos extraños. Sin un mecánico in situ, la situación se volvió crítica. Pero gracias a una conexión a Internet Starlink de su compañero Jan, el equipo pudo ponerse en contacto con un especialista en Unimog que les pidió que grabaran diferentes ruidos, imágenes y vídeos del Unimog, y luego los compartieran a través de las diferentes redes.