Dirk: Por lo demás, le hemos puesto un soporte sobre el techo, una escalera y barras de parachoques, que hemos soldado nosotros mismos. Al igual que una consola del techo para la radio, el radiotransmisor y para añadir compartimentos. También montamos asientos con suspensión del sector militar, mecánicos, sin suspensión neumática. Provienen de la cabina del ejército. Lo siguiente que hicimos fue montar una cesta de almacenaje intermedio. Hemos conseguido añadir más espacio guardaobjetos. Con 6,6 t, también nos desplazamos con agilidad. Y ese peso incluye 200 l de agua y 370 l de combustible. El combustible nos da para recorrer unos 2000 km. Para ello montamos también un segundo depósito, aunque tenemos que recircularlo. También añadimos un aislamiento acústico al Unimog, ya que teníamos más de 100 dB en el habitáculo. Por suerte, encontramos un kit de aislamiento acústico adecuado. El nuevo aislamiento tiene 2,5 cm de grosor y con él hemos conseguido bajar a los 80 dB. Ahora ya podemos conversar. En nuestro primer viaje a Sajonia, nos dimos cuenta de que ELMO tenía problemas en las pendientes. Nos adelantaban todos los camiones. Así que incrementamos la potencia. Tenía 135 CV y la hemos subido a 164 CV. No quise pedir más. De este modo, solucionamos el problema y ahora tira bien en pendientes. Por lo demás, el motor y el cambio son originales, al igual que la cadena cinemática. No hicimos nada en ese sentido, salvo modificar los amortiguadores. Pero lo hicimos ya en Mongolia.
Nuevos amortiguadores para ELMO.
¿Cómo surgió este cambio? Imaginaba que sería complicadísimo conseguir las piezas adecuadas en Mongolia.
Dirk: Se debió a un fallo de construcción. Cuando se montó parte trasera del chasis –es decir, la plancha soporte de la carrocería–, los guardabarros se colocaron demasiado bajos. Cuando los amortiguadores comenzaban a balancear en trayectos todoterreno, los guardabarros se colocaban sobre las ruedas. Así que en Crimea serré el guardabarros y lo volví a soldar más arriba. Pero eso conllevaba que la carrocería podría balancearse. Y nos dimos cuenta de ello en el Pamir. Nos entró miedo e inquietud cuando empezó a balancearse. Entonces quedó claro que los amortiguadores habían quedado obsoletos. Era algo que no podíamos haber sabido antes. Así que había que solucionarlo de camino. Mi proveedor comprobó el número de identificación del vehículo y el número de producto y se echó las manos a la cabeza. Me dijo: «mira, Dirk, ya existe la quinta generación de estos amortiguadores y, de todos modos, ya no se montan. Necesitas algo actual». Así que preparó un paquete y, cuando llegamos a Mongolia, nuestras piezas nos estaban esperando. Al cambiar los amortiguadores, el Unimog recibió una extensa inspección, incluidas válvulas y demás. Cuando terminó, prácticamente teníamos un vehículo nuevo.
Menuda compra hicimos. El Unimog no ha sufrido ningún daño, ni una junta siquiera.
Dirk Erker, campeón de automóviles y motos de viaje por el mundo
Y ¿qué hay del mantenimiento? ¿Hay que hacer muchos trabajos para mantener a ELMO en forma?
Dirk: Cada 20 000 km le cambio el aceite del motor. El aceite del eje frontal se lo cambio a los 40 000 km, con lo que el eje delantero se renueva un poco. Hay depósitos especiales para que el aceite no penetre en los ejes en trayectos rápidos por autopista. También hablé por teléfono antes con Gaggenau. Me recomendaron un aceite especial para el cambio y los ejes pórticos y funciona genial. Al cambiarlo, no nos encontramos nada raro, aparte del roce normal. En Tayikistán quemé frenos una vez en una pendiente ascendente, aunque la verdad es que sé hacerlo mejor. Tuvimos que parar y vimos que el líquido de frenos se salía del depósito de rebose. La medición de temperatura daba un resultado de 200 grados en el eje. Al día siguiente, miramos con más detenimiento. Los discos de freno delanteros estaban ligeramente azules, aunque a los dos días desapareció. Y, realmente, pensé: menuda compra hicimos. El Unimog no ha sufrido ningún daño, ni una junta siquiera.
Aparte de los amortiguadores, ¿habéis cambiado alguna otra cosa en el Unimog durante vuestro viaje?
Dirk: En Mongolia nos dimos cuenta de que, a pesar de tener buenas baterías, teníamos demasiada poca corriente en la carrocería. Así que decidimos ponernos manos a la obra con el tema solar…
Sonja: …y qué mejor sitio que Australia, expertos en sol.
Dirk: Y así fue. En Melbourne conocimos al dueño de un Unimog que nos dijo directamente: «Eso lo hacemos nosotros en casa, entiendo de ello». Después, me mencionó una tienda y las piezas que debía comprar allí. Lo hice e instalamos juntos 370 W sobre el techo. También conectamos el alternador al sistema. Y así nos va: siempre que pasa algo, lo solucionamos por el camino.
Sonja: Lo bonito es que, allá donde viajemos, siempre tenemos puntos de contacto para trabajos de este tipo, aunque también recibimos invitaciones.
Dirk: Es verdad. Hay que decir que la comunidad internacional Unimog es enorme. Ya tenemos invitaciones para ir a Chile y Norteamérica. Hay gente en todas partes conduciendo Unimog que nos quiere ayudar y que tienen curiosidad por ELMO. No paramos de recibir mensajes de gente que nos dice «Ven para lo que necesites». Es como un hilo conductor en nuestro viaje.