Vuelta al mundo con el vehículo de expedición Unimog – parte 5.
Asia, Australia, Norteamérica, Centroamérica – y ahora Sudamérica: En la última parte continental de su vuelta al mundo, Sonja, Dirk y ELMO, su Unimog U 1450 L con módulo de vivienda, han vivido muchas experiencias. Durante la entrevista, el equipo ELMO nos cuenta sobre sus recorridos por la selva de Colombia, sobre un cordial encuentro con otros turistas aventureros en Ecuador y sobre su paso a Bolivia.
La última que supimos de vosotros estabais en Panamá. ELMO atravesó el canal de Panamá en barco para llegar a Sudamérica. ¿Dónde recogisteis vuestro querido Unimog?
Sonja: En Colombia, concretamente en Cartagena, una ciudad portuaria con un casco antiguo precioso. Por suerte, el vehículo estaba sano y salvo. Tres de los otros cuatro vehículos que iban en el barco habían sido forzados. ELMO ya está de camino a Alemania, pero de eso hablaremos en la siguiente parte de la entrevista.
Por buenas carreteras a través de la selva colombiana.
Menos mal que pudisteis reuniros en Colombia sin incidentes. ¿Qué visteis y vivisteis allí?
Dirk: Para nosotros, Colombia es selvas, montañas espectaculares y largos puertos de montaña. A pesar de las buenas carreteras, algo que supuso un cambio agradable tanto para nosotros como para ELMO, solo conseguimos recorrer 80 km al día. Especialmente las bajadas se hacían interminables. Había que bajar en segunda y tercera, de lo contrario, los frenos se calentaban mucho.
Sonja: En esas carreteras de montaña, las curvas estrechas eran de lo más interesante. Los locales se pone en esas curvas y paran el tráfico cuando vienen camiones. Los camiones necesitan toda la superficie de la carretera para poder pasar. Los conductores pagan unos céntimos, al cambio, por ese servicio. Y así funciona en muchos puertos de montaña, tanto en subida como en bajada.
Hora de un cambio interior.
¿Y cómo aguantó el Unimog las montañas colombianas?
Dirk: Fenomenal, es muy manejable y robusto. Sin embargo, después de año y medio de vuelta al mundo, decidimos someterlo a un cambio interior en Colombia.
Sonja: Sí, en un viaje así, no siempre es agradable estar al aire libre. Bien porque hace mucho calor, o porque nos comen los insectos. El problema era que, antes de la adaptación, tuvimos que decidir: mesa o cama. Y llega un momento en que tener que modificar cosas te poned e los nervios. Así que dije: cortamos el acolchado del respaldo y dejamos la mesa a la mitad. Así tenemos media cama, dos asientos y una parte de una mesa al mismo tiempo. Al final ha resultado bastante confortable.