Vuelta al mundo con el vehículo de expedición Unimog – parte 3.
Para muchos no es más que un sueño, ellos lo viven: Sonja, Dirk y su Unimog ELMO viajan por el mundo. En la tercera parte de nuestra serie, acompañamos al equipo ELMO en su viaje por Estados Unidos.15 meses y 65 000 kilómetros los separan de su inicio en Alemania. Sus ganas de viajar: intactas. El tiempo pasa volando, dicen Sonja y Dirk, y no es de extrañar cuando cada día es una nueva aventura. Y, por supuesto, con su Unimog U 427 1450 L del año de fabricación 1992, no hay camino que se les resista.
Viajando por el mundo con el vehículo de expedición Unimog – parte 1
El equipo ELMO ayudando en averías en el desierto.
La última vez que hablamos estabais en Australia. ¿Cómo continuasteis con vuestra ruta?
Dirk: Desde Perth, volvimos a Melbourne por Adelaida. Es decir, volvimos a cruzar el desierto. Lo llaman Nullarbor, y realmente no hay prácticamente nada excepto la carretera y una gasolinera de vez en cuando. Allí conocimos a una pareja alemana que se había comprado un vehículo en la costa oeste para conducir hasta la costa este. El vehículo se les quedó parado por avería en mitad del desierto. Habrían pagado 3.000 dólares por un servicio de grúa de 350 kilómetros. Por suerte, nos habíamos conocido el día anterior en el camping. Nos llamaron y los recogimos en el desierto. Al parecer, se les había roto el soporte del aire acondicionado. ¡Es increíble todo lo que tenemos a bordo del ELMO! En mitad del desierto, con correas tensoras, tornillos y todo lo que llevábamos en el equipaje, conseguimos volver a fijar el soporte del aire acondicionado. Para asegurarnos, acompañamos a la pareja hasta Adelaida, donde podían reparar el vehículo. Fue muy divertido. La pareja estaba encantada de habernos conocido.
El viaje en solitario del Unimog.
Vuestro siguiente objetivo era Canadá, pero no salió como esperabais.
Dirk: Exactamente, queríamos ir de Melbourne hasta Vancouver. Por desgracia, no había barcos disponibles, así que fuimos de Melbourne a Long Beach, Los Ángeles, California. Como ELMO iba a estar de viaje entre 40 y 50 días, nos fuimos a Tasmania y alquilamos un coche allí.
Sonja: Luego estuvimos en Nueva Zelanda, creo que cuatro semanas, y también alquilamos coche. Me he enamorado de Nueva Zelanda. Por supuesto, seguimos los pasos de los hobbits.
¿Habéis echado de menos a ELMO?
Dirk: Por supuesto.
Sonja: Siempre.
Dirk: Lo que más echamos de menos de ELMO es nuestra cama. Puedes buscar un buen hotel, pero no es comparable a la cama de ELMO.
Sonja: Exacto, la cama es lo mejor.
Luego, seguisteis volando hasta Los Ángeles. Y por fin se produjo el reencuentro.
Dirk: ¡Sí! Por fin volvimos a ver a ELMO. Pero no fue tan fácil.
Sonja: Esta vez, estuvo 50 días en el mar, y nos hemos dado cuenta de una cosa: el penúltimo puerto, no nuestra posición, estaba muy cerca de Vancouver. Si hubiéramos estudiado el plan de navegación más detenidamente, lo habríamos mandado allí directamente (ríe). Tardamos un tiempo en que nos dieran a ELMO del puerto. Como somos gente normal, no podemos acceder al recinto del puerto. Hay que contar con un impreso del departamento de seguridad nacional para poder acceder al puerto. Un camionero fue muy amable y nos ayudó a sacar a ELMO del puerto. Por fin vuelve a estar con nosotros. Y esta vez no se rompió nada, no había cerraduras rotas como la primera vez. A decir verdad, la travesía fue muy bien. Y ELMO ha estado en todas partes, como hemos constatado luego. Estuvo en Singapur y volvió a Japón, así que ha viajado mucho.
Trabajos de mantenimiento después de la travesía: comprobar que ELMO está en condiciones de circular.
¿Cómo tuvisteis que preparar a ELMO para la travesía? ¿Y qué hay que comprobar después de un viaje así?
Sonja: Zuvor sind der Wassertank zu entleeren und alle Anbauten in den Aufbau zu legen. Also eben die Sandbleche und alles, was außen ist und geklaut werden kann. Aber auch alles, was Volumen schafft. Ebenso gilt: Keine Lebensmittel an Board lassen und auch das Gas muss leer sein. Da haben wir es aber bisher immer geschafft, eine Flasche zu schmuggeln (lacht). Weil wir ja nun einmal europäische Gasflaschen haben und das nicht immer so einfach ist, diese zu füllen. Und dann verstecken wir immer eine Flasche und eine machen wir leer. Die leere kann man dann ja so hinstellen, dass die gesehen wird.
Dirk: Hasta ahora ha funcionado muy bien. Y siempre tenemos que vaciar la cabina, ya que dejamos las llaves y sabemos por experiencia que todo lo que no está fijo se pierde. En el primer viaje, dejamos dentro un gancho pequeño para la puerta y desapareció. Luego, tenemos que volver a rellenar, colocar y conectar todo en su lugar. Pudimos llenar la bombona de gas vacía en Canadá, encontramos a alguien dispuesto a rellenar nuestra bombona de gas europea con sus adaptadores y los nuestros.