La empresa Netze BW confía en el todopoderoso Unimog para la disposición de líneas áreas y el mantenimiento de la red.
A una gran altitud, en la que muchos no se sienten a gusto, Ben Berger trabaja a menudo y con seguridad: debe trepar a postes de líneas eléctricas aéreas o trabajar en la jaula de trabajo de una grúa para comprobar los aislantes y los conductores, o repararlos si, tras verificar el grado de deterioro, se determina que hay que cambiar el poste al completo. Desde mediados del año pasado el equipo de Netze BW trabaja con un U 5023. Este se encarga de llevar hasta el lugar de trabajo al jefe de grupo Jonas Kälberer y a sus tres empleados rápidamente, y resulta siempre maniobrable incluso en terrenos con mucho barro o pendiente.
En condiciones de trabajo como estas, el cuarteto necesita tener buen ojo y mucho tacto para acercarse hasta el poste. Una vez colocadas las placas para la disminución de la presión ejercida sobre el suelo, los apoyos hidráulicos instalados en el Unimog proporcionan un puesto seguro. Kälberer coge el radiotelemando para desplegar la grúa instalada detrás de la cabina y colocar la jaula de trabajo. «La grúa de detrás de la cabina optimiza la distribución del peso», explica Kälberer.
Dirige con gran precisión la grúa extensible de 18 metros. «Hasta los 50 mm², las conducciones resultan relativamente fáciles de manipular», cuenta Berger tras haber aflojado las espirales de unión de la parte superior del poste. «Si son mayores, los cables de acero pesan mucho y resultan difíciles de manejar». Su compañero, Franz Perlinger, libera el poste con la excavadora. Entretanto, Kälberer ha colocado la jaula de trabajo, sujeta el viejo poste con el gancho y lo afloja del suelo. Pocos minutos después, se encuentra en posición horizontal. Franz Perlinger fija el nuevo poste y siguen adelante.