En su canal de YouTube, Ludwig Weinfurtner cuenta historias de su vida con el Unimog.
Ludwig Weinfurtner vive en la localidad bávara de Trasching y está estudiando para ser mecánico de instalaciones. Hasta aquí, todo normal. Sin embargo, cuando dedica su tiempo libre a hacer trabajo agrícolas con su Unimog 411, tiene un público de, a veces, 22.300 personas. Ese es el número de suscriptores que tiene el canal de YouTube del joven de 20 años, lo que revela un especial interés por el Unimog, por parte de Ludwig Weinfurtner y de su audiencia.
Cuando las imágenes hablan por sí solas.
Cuando se deshace en elogios sobre su Unimog, es fácil que los espectadores olviden que está hablando de un vehículo. Lo describe como «casual, imponente, potente, resistente». Entonces, Ludwig Weinfurtner confirma rápidamente lo que ya había quedado claro: «Para mí, el Unimog es más que un vehículo».
Sus vídeos destacan por su autenticidad: el chico de 20 años lleva a los espectadores consigo en su día a día real, muestra vídeos del trabajo de mecánico, y en ningún momento esconde su dialecto materno, el bávaro. Su entusiasmo, sin embargo, nunca decae. Uno de los muchos comentarios de sus vídeos lo resume bien: «Como sajón, no te entiendo muy bien, pero los manitas del Unimog se entienden sin palabras».
Ludwig Weinfurtner y su Unimog son conocidos más allá de Baviera y de Sajonia. «Tengo espectadores de todo el mundo», cuenta. Y los comentarios en inglés, castellano e incluso coreano que se encuentran bajo sus vídeos le dan la razón. Lo que une a todas estas personas es aquello por lo Ludwig Weinfurtner vive: su pasión por el todoterreno.