El Unimog contribuye a que los ferrocarriles de la Deutsche Bahn recuperen su brillo.
La limpieza de los vagones de la Deutsche Bahn va sobre ruedas. En el sentido más literal de la palabra. Conseguir que los largos trenes de largo recorrido recuperen el brillo del primer día no es tarea fácil. Además de una coordinación perfecta, es preciso remolcar cargas muy elevadas, y para eso hace falta fuerza. Sobre todo al arrancar.
Por ese motivo, los trenes que llegan a la estación de maniobras Pferdeturm en Hannover son recibidos por un Unimog de la generación más reciente. El vehículo bivial concebido para prestar servicios en el entorno ferroviario es un auténtico multitalento, que remolca las series de vagones hasta la estación de lavado. Lo más importante en este caso es que el Unimog U 423 puede remolcar los trenes a la velocidad ideal a lo largo de la estación de lavado. Para que salgan de la estación en perfecto estado de revista.
Circular sin sacudidas por la estación de lavado.
En sus recorridos por toda la red viaria alemana, los trenes de largo recorrido van acumulando una buena cantidad de suciedad. Los empleados de la Deutsche Bahn que trabajan en la estación de lavado de trenes tienen que emplearse a fondo. Con frecuencia de noche, o a última hora de la jornada, siempre en dependencia de los exigentes horarios de la red.
En principio, la estación de limpieza exterior de los trenes puede compararse a un túnel de lavado a escala gigante: el tren se mueve lentamente a lo largo de toberas pulverizadoras de agua a alta presión y cepillos de lavado. «Es importante remolcar los trenes a una velocidad uniforme para garantizar buenos resultados y una limpieza homogénea», explica Marian Meyer, jefe del servicio de maniobras y preparación de trenes de DB Fernverkehr en Hannover.
Esto no constituye un problema para el Unimog. Gracias al embrague manual con convertidor de par incorporado de serie, este vehículo puede maniobrar con los trenes sin sacudidas y sin desgaste, por elevadas que sean las cargas remolcadas.