El carpintero Christian Kurz y su Unimog U 327.

Para poder levantar las casas, hace falta una grúa. Pero eso no es todo: sin este práctico utensilio tampoco se pueden realizar ampliaciones ni reformas. «Por eso me decidí por el Unimog», cuenta Christian Kurz. Según él, adquirir un Unimog ha sido la mejor decisión – y ya es la segunda vez que lo hace. Además de su Unimog U 327 de color marfil claro, también cuenta con un Unimog U 1000 en el parque móvil.

Siempre flexible.

«En la construcción tienes que ser flexible y rápido. Y eso es lo que me permite el Unimog», afirma entusiasmado el constructor. «Para remolcar el semirremolque de plataforma baja y la grúa necesito un vehículo tractor lo más corto posible. Con el Unimog puedo entrar en cualquier zona residencial y en cualquier acceso a finca. ¡Para mí, no hay nada mejor!"

Le gusta conducir él mismo el Unimog: «Es muy práctico poder llevar material a mis trabajadores en las obras con el camión con volquete de contenedor y, acto seguido, ir directamente a montar la grúa. Antes eso no era posible.» También ha encargado su remolque de rodillos en color marfil claro – un conjunto que no pasa desapercibido en plena campiña.

«Con él no solo transportamos madera. También podemos transportar escombros y basura de árboles», cuenta el carpintero apasionado. El remolque marca 22 toneladas de peso total en la báscula. «Con eso, se pueden hacer muchas cosas», afirma Christian Kurz con una sonrisa. Para no quedarse atascado en terrenos herbosos, ha optado por neumáticos mixtos. También ha encargado la preinstalación para grúa de carga, así como el elevador.